La manera más efectiva de aprender es generando significado de las interacciones con el mundo que nos rodea. El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) es una metodología activa, en la que nuestros estudiantes adquieren conocimiento y desarrollan destrezas, a través de la exploración e investigación de un tema significativo que nace de sus intereses, para responder a una pregunta, resolver un problema o crear un producto.
En el ABP el énfasis está en el proceso más que en el resultado. Durante el proyecto los niños no solo adquieren los contenidos de diferentes áreas, sino que desarrollan habilidades de comunicación, creatividad, trabajo colaborativo, entre otros.
Hay elementos que son básicos para que el trabajo de un proyecto sea una experiencia enriquecedora. El primero es que el problema represente un reto motivante y adecuado para la edad de los alumnos, y que el proyecto conecte con sus inquietudes reales, respondiendo a sus dudas, intereses y vivencias personales.
Otro elemento esencial es que el proceso dé a los niños la oportunidad de hacer preguntas, buscar recursos y aplicar información, además de permitirles tomar algunas decisiones dentro del proyecto, proponer sus ideas, escoger maneras de trabajar y compartir lo que aprenden.
Los estudiantes y las profesoras reflexionan a lo largo del proyecto sobre la eficacia de las actividades, la calidad del trabajo, los obstáculos y las estrategias que usaron para superarlos. Además, tanto estudiantes como profesoras dan y reciben retroalimentación para mejorar el proceso y los productos. Finalmente, el poder presentar y explicar su proyecto fuera de la clase, hace que este sea relevante para los estudiantes.
Los niños son curiosos por naturaleza, siempre están buscando respuestas que les ayuden a comprender el mundo que les rodea, exploran y prueban sus hipótesis todo el tiempo. Es por esto por lo que el ABP es una propuesta idónea para nuestros alumnos en edad preescolar. Aprender explorando, aprender haciendo.