“Si un niño no aprende de la forma en que enseñamos, tal vez deberíamos enseñarle de la forma en que aprende.” Ignacio Estrada, pedagogo.
Todos aprendemos de diferentes maneras, a través de la neuro-psicopedagogía, se han desarrollado varias herramientas didácticas y pedagógicas que ofrecen a los docentes estrategias para crear espacios de aprendizaje cada vez más completos y eficientes; los cuales permiten a nuestros estudiantes sentirse seguros al evidenciar lo que son capaces de hacer.
Nuestros educadores están atentos a los intereses de sus alumnos, en constante búsqueda de nuevas formas de desarrollar sus destrezas y garantizar los aprendizajes significativos de acuerdo con sus necesidades.
De la misma forma en que desarrollamos todas sus inteligencias, respetamos sus tiempos, teniendo actividades cooperativas e individuales donde se desarrollen todas sus destrezas sociales y académicas. Las oportunidades independientes permiten colocar retos personalizados que los motiven a buscar soluciones y avanzar a su nivel y ritmo. Por otro lado, las actividades cooperativas, en donde puedan aprender a valorar los aportes de los demás, ofrecen a los alumnos la oportunidad de buscar esas resoluciones que los llevan a tener un sentido de logro en equipo.
Tener como centro al niño, en nuestra metodología permite que nuestros docentes tengan un camino y brújula para llegar a la meta clara en la que cada uno de nuestros alumnos es visto como un individuo único e irrepetible. Todo esto garantiza el desarrollo de las distintas destrezas y la potencialización de sus propios talentos para alcanzar su mejor versión.